Muy poco se habla de los impactos ambientales de las startups y en general del ecosistema tech. Como no se trata de empresas talando el amazonas o una fábrica con una chimenea contaminate, sino de impactos menos visibles, muchas personas -incluso los founders que deberían tener una visión estrategia integral de su negocio- no son conscientes de cuáles son los impactos ambientales que genera las startup, y en consecuencia muy poco –o casi nada– se gestionan.
A medida que el cambio climático y la degradación ambiental se convierten en problemas cada vez más urgentes, la regulación ha comenzado a avanzar de manera acelerada para requerir que las empresas, incluidas las startups, asuman la responsabilidad de tomar medidas para minimizar su impacto en el medio ambiente. Es por esto que considerar los asuntos ambientales en el modelo y la estrategia de negocio de una startup se convierte cada vez más en un tema relevante para su escalamiento. Cada vez es más evidente que el escalamiento de este ecosistema no puede darse a costa del medio ambiente.
El gran problema es que hasta ahora muy pocas startups son conscientes del boom regulatorio en temas ambientales que va a tener efectos significativos en la continuidad y éxito de estos negocios, y por lo tanto solo un puñado de startups ha comenzado a prepararse para estos cambios en el contexto, la regulación y el mercado. Los riesgos para quienes no se preparen serán reputacionales, operativos, regulatorios, legales y más.
¿Qué impactos ambientales genera una startup?
Si bien los emprendimientos tecnológicos contribuyen a la innovación y al progreso en diversos campos, también generan impactos ambientales negativos significativos que, en algunos casos, pueden superar los impactos positivos de la empresa.
Según la Association for Computing Machinery, el consumo de energía anual en los centros de datos se ha duplicado en la última década, y hoy en día, la informática y la tecnología de la información son responsables del 1.8% al 3.9% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y se estima que estas cifras sigan aumentando significativamente a medida que la adopción de la tecnología sigue creciendo.
El alcance de los impactos ambientales dependerá en parte del tamaño y la etapa de madurez en la que se encuentre la startup. Sin duda, una startup en etapa pre-seed con un equipo pequeño, sin oficina, y con tan solo un par de usuarios o clientes no tendrá los mismos impactos que una startup en ronda C con operaciones en más de 3 países.
Sin embargo, en términos generales para el ecosistema tech los 3 principales impactos ambientales son:
- Consumo de energía: La naturaleza de la operación de una startup requiere el uso de dispositivos eléctricos, en eso se basa su operación y por lo tanto el consumo energético es uno de sus principales impactos. Además, los centros de datos masivos requieren una cantidad considerable de energía para operar sus servidores, sistemas de enfriamiento y otra infraestructura que hacen que el consumo energético sea aun mayor.
- Huella de carbono: El consumo energético que en su mayoría proviene de fuentes de energía no renovables contribuye a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la operación del negocio. Sin embargo, la huella de carbono de las empresas de tecnología no solo tiene relación con el alto consumo de energía, sino también con factores como viajes de negocios, desplazamiento de los empleados, transporte de productos, eventos, funcionamiento de las oficinas, entre otras actividades que contribuyen a la huella de carbono de la empresa.
- Residuos electrónicos: Como se mencionó anteriormente, la naturaleza de la operación de una startup requiere el uso de dispositivos eléctricos. El ritmo rápido de los avances tecnológicos y la obsolescencia de los equipos conducen a la generación de grandes cantidades de residuos electrónicos: computadoras, smartphones y otros equipos electrónicos, residuos que en su mayoría no son dispuestos ni gestionados apropiadamente. El manejo inadecuado de esos dispositivos obsoletos contribuye de manera importante a la contaminación ambiental debido a la presencia de materiales como plomo, mercurio y cadmio.
¿Qué pueden hacer las startups para reducir su huella ambiental?
El primer paso consiste en comprender los impactos ambientales clave generados por la startup, ya que estos variarán en relevancia y naturaleza dependiendo de si se trata de una Agtech o una SaaS, así como de la etapa de escalamiento y madurez en la que se encuentre. Dentro de este proceso de identificación de impactos, resulta fundamental tomar decisiones estratégicas para priorizar el crecimiento de la startup, y esto incluye identificar qué procesos pueden volverse más eficientes en términos de consumo energético y emisiones que no solo permitirá reducir costos y aumentar la eficiencia, sino también disminuir la huella ambiental de la empresa.
Existen distintas estrategias e iniciativas orientados a reducir el impacto ambiental de las startups. Algunos ejemplos son:
- El “Green Coding” que se refiere a la práctica de desarrollar software y aplicaciones de manera que se minimice su impacto ambiental a través de técnicas y estrategias de programación que reduzcan el consumo de energía necesaria para el procesamiento de líneas de código.
- Asumir compromisos de Carbono-Neutralidad requiere que las empresas conozcan, midan y compensen sus emisiones
- Reducir desplazamientos, incluyendo desplazamientos de empleados a las oficinas, viajes de trabajo, entre otros
- Reconversión de la flota de transporte, por ejemplo en startups de delivery el uso de vehículos eléctricos contribuye a reducir la contaminación asociada a la operación
- Programas de responsabilidad sobre empaques, por ejemplo en market places la contaminación generada por empaques que terminan convirtiéndose en desperdicios es muy alta.
Sin duda, este sector que se caracteriza por ser disruptivo e innovador desarrollará estrategias nuevas y efectivas para reducir sus impactos en el medio ambiente. Pero esto requiere que estos asuntos pasen a la lista de prioridades de los founders y Fondos de VC. La regulación será clave para lograrlo.